" las actitudes misóginas contribuyen a la génesis y mantenimiento de la violencia de género " UNA LETRA Y UN COLOR PARA RESTAURAR LA DIGNIDAD DE MILLONES DE MUJERES DE AYER Y HOY AMENZADAS POR LA MISOGINIA
martes, septiembre 04, 2007
UNO MENOS ....
Ha muerto Umbral. Es ley de vida y a tod@s nos tiene que llegar ... como dice Montse, descanse en paz que buena falta le va a hacer.
Pero las mujeres no podemos sentir nada por este señor, ni siquiera en este momento.
Lo que conocimos de él en vida, fue desprecio, acoso y apología de la violencia de género.
El día que me enteré de su muerte no pude evitar un pensamiento ..... < uno menos al que combatir > ... porque no todos los misoginos son iguales, no señoras .... los hay que como este, tienen tribuna, patente de corso para verter desde la punta de sus dedos ignominias inexcusables que suenan en algunas cabezas como confirmaciones de sus miserias y complejos .... con lo que la noticia de que ya nunca más podrá hacerlo ... inevitablemente no nos puede apenar. No sufran los suyos ..... si hasta alguien por ahí ha dicho que le va a poner su nombre a una calle !!! .... y no será que no hemos tenido que asistir a innumerables loas a su "ácida" pluma. Eufemismo preferido por el modelo patriarcal para calificar lo incalificable y para solapadamente adherirse a determinados estilos.
Vaya en paz caballero ... que quienes aquí quedamos seguimos teniendo mucha tarea para combatir los efectos de su miserable concepto del ser humano.
Vaya nuestra primera LSKR a título póstumo para él.
En este enlace se pueden leer algunas "perlas" que le definen.
viernes, agosto 31, 2007
BOING
LSKR ¿Te gusta el sexismo? ¡Toma Boing! |
Patricia Karina Vergara Sánchez |
Sin embargo, al parecer Pascual no es una empresa recíproca. Habiendo mujeres que desde siempre han contribuido en su triunfo y mujeres que hoy laboran en dicha compañía o participan de alguna forma en su distribución, comercialización, publicidad y consumo y, a un tiempo, siendo hoy tan fuerte la lucha de diversos sectores en pro de la equidad de género y por las reivindicaciones feministas, Boing no se suma a esta lucha. Aun más, lanza desde hace algunos meses una campaña misógina en donde transmite anuncios televisivos en los que presenta cuerpos de mujeres tomando al sol, con la piel dorada y habla “humorísticamente”: ¿Te gusta la carne asada?, cosificando. En otro anuncio toma las piernas de una mujer y su silueta, mientras es acariciada y besada por un hombre y, otra vez, “bromea”: ¿Te vas a comer esa torta? En un tercero, igualmente explotando un cuerpo femenino, hace un juego de palabras en donde pregunta: ¿Te gusta la Cecina?, hablando de un tipo de carne sazonada. Más allá, cabría también preguntar, ¿Qué realidad les toca a las mujeres trabajadoras, distribuidoras, proveedoras y demás participantes de Pascual-Boing?, ¿Qué habrá atrás? Si tan discriminante resulta su política, en cuanto a publicidad, ¿Cómo será su política laboral, en cuanto a equidad? En 1980, en Puerto Rico, Feministas en Marcha establecieron el premio “El Cerdo de Oro”, trofeo que se entregaba a programas y publicidad en los medios que incitaban a la violencia sexista. Posteriormente, en otros sitios de América Latina se crearon otras iniciativas que critican y cuestionan este tipo de publicidad. Sin duda estos anuncios de Boing, hacen de esta compañía candidata a tan poco presumibles reconocimientos, respecto a un sexismo que ofende, que insulta. Por ahora ya tiene Boing, bien vergonzoso y grande, el Premio a la Incongruencia Social y no quiero dejar de describir lo significativo que es su diseño: Está elaborado con jornadas de trabajo de obreros y obreras. Es una escultura muy fuerte y representa a un trabajador que, heroico, enarbola una bandera: ¡Muera la opresión patronal! Sin embargo, es un premio que no ha de olvidarse mirar con lupa, pues bajo sus pies hay muchas mujeres que limpian el piso; hacen publicidad; elaboran producto; diseñan, trabajan; en fin: sostienen la escultura mientras el trabajador finge no verla, pero enrojece de cobardía. No más solidaridad con Boing, mientras continúe su publicidad opresora. |
miércoles, abril 04, 2007
LE HA LLEGADO EL TURNO A MEDIA MARKT
LSKR
La discriminación de la mujer es una práctica habitual de la cadena de electrodomésticos alemana
La Federación de Consumidores en Acción (FACUA) ha denunciado a la cadena de electrodomésticos Media Markt por una campaña publicitaria sexista en la que una flecha señala los pechos de dos mujeres con pronunciados escotes bajo el reclamo "verás las mejores delanteras del mundo".
FACUA, que también se ha dirigido a la empresa para demandarle la retirada de la campaña, ha presentado sus denuncias ante el Instituto Nacional del Consumo del Ministerio de Sanidad y Consumo y el Instituto de la Mujer del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Las ha dirigido asimismo a las administraciones competentes en materia de Consumo y Políticas de Igualdad de las comunidades de Cataluña, donde Media Markt Saturn España Administración España, SAU tiene su sede social central, y Andalucía, en cuya capital ha detectado la campaña.
El anuncio incurre en un supuesto de publicidad ilícita prohibido en el artículo 3 de la Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad. En su primer apartado, el citado artículo prohíbe a todo anuncio "que atente contra la dignidad de la persona o vulnere los valores o derechos reconocidos en la Constitución", entre los que se incluyen los que "presenten a las mujeres de forma vejatoria, bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar, bien su imagen asociada a comportamientos estereotipados que vulneren los fundamentos de nuestro ordenamiento coadyuvando a generar la violencia a que se refiere la Ley Orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género".
FACUA advierte que la denigración de la mujer o su utilización como un mero objeto sexual en su publicidad es una práctica habitual de la cadena de electrodomésticos alemana.
En Polonia, la empresa desarrolló una campaña publicitaria en la que se mostraban las piernas abiertas de una mujer con una minifalda y una flecha señalando su sexo, a cuya altura aparecía impreso el nombre de la cadena. Los carteles, ubicados en las calles, indicaban la distancia al establecimiento con reclamos como: "30 minutos hacia lo que te gusta" (30 min do tego co lubisz).
El Gobierno vasco inició el pasado febrero un procedimiento sancionador contra la empresa por la campaña que desarrolló para anunciar la apertura de sus instalaciones en Barakaldo, que habí sido denunciada por el partido Aralar en octubre de 2004. En ella utilizaba el reclamo "un año calentando el ambiente" y mostraba las piernas de una mujer, mientras tres hombres la miraban y señalaban desde abajo.
El Instituto Canario de la Mujer también ha recibido este año denuncias por una cuña radiofónica de Media Markt en la que una mujer muestra su satisfacción y agradecimiento porque su marido le ha regalado una lavadora.
En Alemania, Media Markt emprendió en 2004 una campaña con la revista Playboy mostrando desnudas a empleadas de la cadena de electrodomésticos, experiencia que repitió en la edición polaca de la publicación al año siguiente.
lunes, marzo 26, 2007
Mileva Maric, la otra cara de Einstein
La genial misoginia del descubridor de la relatividad
Amalia Rivera
Mileva Maric y Albert Einstein se conocieron en 1896 en el Instituto Politécnico Federal de Zurich estudiando la carrera de física. Ella era la única mujer inscrita en matemáticas y fue la primera mujer que se licenció en física. Si bien los biógrafos del genio coinciden en que “los dos eran bastante feos”, Mileva reúne más defectos al decir de ellos: no sólo cojeaba a causa de una coxalgia congénita (artritis muy dolorosa), sino además era taciturna y ¡cuatro años mayor que él! La madre de Einstein, una alemana misógina y xenófoba, no vio nunca con buenos ojos a la serbia: “Ella es un libro, igual que tú..., pero tú deberías tener una mujer. Cuando tengas 30 años, ella será una vieja bruja”. Como sea, la pareja se flechó porque hablaban el mismo lenguaje: ella le dio clases de matemáticas, que nunca fueron el fuerte de Eisntein, preparaban juntos sus exámenes y compartían el interés por la ciencia y la música. El le escribe en 1900: “Estoy solo con todo el mundo, salvo contigo. Qué feliz soy por haberte encontrado a ti, a alguien igual a mí en todos los aspectos, tan fuerte y autónoma como yo”.
Existen varias cartas del noviazgo en las que Einstein debate con ella sus ideas de la relatividad e inclusive se refiere a “nuestra teoría” y le da trato de colega. A partir de estas evidencias , el investigador E. H. Walker concluyó que las ideas fundamentales de la teoría de la relatividad fueron de Mileva Maric. A principo del matrimonio ella continuó escribiendo artículos teóricos; sin embargo, dado que uno de los dos hijos que concibieron padecía retraso mental, esto seguramente exigió más cuidados… de ella. Así que él consiguió un puesto académico y tuvo el tiempo para concluir sus estudios y desde luego para desarrollar la teoría arrogándose todo el crédito. El solo hecho de sugerir un plagio o que el cerebro privilegiado masculino de Einstein no sea tal, sigue desatando polémica en la sociedad científica . John Stachel, por ejemplo, replicó de inmediato a Walker: “Si bien es encomiable rescatar la figura de Mileva de la oscuridad, la historia de Einstein explotando a su esposa y robando sus ideas suena más a película de Hollywood que a una evaluación seria de las evidencias”.
Walker volvió a la carga citando a un físico ruso que en los años 60 vio los manuscritos de 1905, los cuales estaban firmados Einstein-Mariti (Maric en húngaro), pero los originales no han aparecido. Finalmente, los defensores de Einstein cuestionan aún hoy: “¿y por qué Mileva nunca reclamó la autoría?”, mismo argumento que se esgrime para dudar de la víctima cuando denuncia una violación años después.
¿Cómo rescatar aquellas largas conversaciones en que dos inteligencias brillantes fueron conformando la teoría a partir de un acertijo? ¿Aparecerán algún día papeles que confirmen que una mujer fue capaz de pensar y estructurar algo tan complejo como esa teoría? ¿Será verdad que existen pruebas de que Einstein destruyó las cartas que hubieran podido probar la autoría de Mileva en la teoría de la relatividad?
En esa pareja de físicos alguien tenía que cuidar a los niños, especialmente a uno que padecía trastornos mentales graves; alguien tenía que lavar y preparar la comida, y ése fue el papel que Einstein y la sociedad patriarcal asignaron a Mileva, quien subordinó todas sus aspiraciones a los objetivos de él, puso todos sus conocimientos a su servicio. El, en cambio, eligió el camino de la ciencia.
Al paso del tiempo la relación se tornó disfuncional. Ella ya no le resultaba divertida ni le aportaba nuevas ideas ni conocimientos. Las “reglas de conducta” que Albert Einstein le impuso por escrito son una cruda muestra de su autoritarismo y, a su vez, de la violencia sorda y sicológica que ejerció contra su esposa:
“A. Te encargarás de que: 1. mi ropa esté en orden, 2. que se me sirvan tres comidas regulares al día en mi habitación, 3. que mi dormitorio y mi estudio estén siempre en orden y que mi escritorio no sea tocado por nadie, excepto yo. B. Renunciarás a tus relaciones personales conmigo, excepto cuando éstas se requieran por apariencias sociales. En especial no solicitarás que: 1. me siente junto a ti en casa, 2. que salga o viaje contigo. C. Prometerás explícitamente observar los siguientes puntos cuanto estés en contacto conmigo: 1. no deberás esperar ninguna muestra de afecto mía ni me reprocharás por ello, 2. deberás responder de inmediato cuando te hable, 3. deberás abandonar de inmediato el dormitorio o el estudio y sin protestar cuanto te lo diga. D. Prometerás no denigrarme a los ojos de los niños, ya sea de palabra o de hecho.”
Einstein volvió a casarse en 1915 con la prima de Mileva, Elsa, quien también era separada y con dos hijas. Un año después dio a conocer su teoría general de la relatividad durante un periodo pleno de vivacidad y alegría. ¿Y quién no estaría contento y productivo, si Elsa le organizó el hogar para su trabajo de investigación, obedecía todas sus órdenes como restringirle el número de visitantes que aspiraban hablar con él, ya que para entonces su fama era enorme?
De los hechos se desprende que Einstein no quiso formar una pareja científica ni conceder ningún crédito en su teoría a Mileva. Y quizá de alguna manera le pagó su aportación a la teoría de la relatividad al otorgarle el importe en metálico del Nobel de Física, ocho años después del divorcio.
Aun antes de conocer a Mileva, Einsten ya había dado muestras de acendrado machismo durante su relación con Marie Winteler, la hija de su casero. Bastó que ella le manifestara su entusiasmo por irse de maestra a Olsberg para que Albert la acusara de “querer acabar con su relación”, cosa que no le impidió seguirle enviando su ropa sucia para que se la lavara.
Las mujeres eran para él, además de manos que trabajan en todas las cosas fútiles del mundo, un objeto. Estaba convencido de que “muy pocas mujeres son creativas. No enviaría a mi hija a estudiar física. Estoy contento de que mi segunda mujer no sepa nada de ciencia”. Decía también que “la ciencia agría a las mujeres”, de ahí la opinión que le merecía Marie Curie: “nunca ha escuchado cantar a los pájaros”.
Aun así, ese hombre de aspecto bonachón a los ojos del mundo que tenía el cerebro lleno de fórmulas y de ideas machistas, se atrevió a acuñar una frase hoy célebre: “¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”.
Durante toda su vida Albert Einstein estuvo convenientemente rodeado de mujeres, a pesar de que repelía su presencia: “Lo que yo admiraba más en Michele, como hombre, era el hecho de haber sido capaz de vivir tantos años con una mujer, no solamente en paz, sino también constantemente de acuerdo, empresa en la que yo, inevitablemente, he fracasado dos veces”.
Margot, hija del primer matrimonio de Elsa, le acompañó en Princeton hasta su muerte, cubierta de fama y gloria, en 1955. Mileva Maric, la física-matemática, después de divorciada vivió algunos años en Berna, confinada en su casa. Murió sola y olvidada en Zurich en 1948, por lo que en este año dedicado al genio es importante rescatar su influencia en la obra científica de Albert Einstein.
En una carta que Mileva Maric dirige a su amiga Helene Kaufler le informa satisfecha del logro alcanzado: “Hace poco hemos terminado un trabajo muy importante que hará mundialmente famoso a mi marido”.
Fuentes:
“La mujer detrás de Einstein”, La Jornada, 1/4/91
Arthur Spiegelman, “Einstein le leyó la cartilla a su esposa…”, La Nación, 23/11/96
Albert Einstein, Cartas a su novia Mileva, Princeton University Press, 1987
En Internet:
http://entretencion.123.cl/gente/parejas.htm
http://www.mipunto.com/temas/1er_trimestre03/einstein.html
http://www.100cia.com/divulgacion/desmontando_a_einstein_335.html
http://mp3.swissinfo.org/es/inside/print/2000/eshoy092000.html
http://www.astrocosmo.cl/biografi/b-a_einstein.htm
http://www.tabascohoy.com.mx/th/nuevo/notas/notas.php?nid=24438
Datos personales
- SKRLT
- UNIVERSAL
- La letra escarlata - LSKR - era el distintivo impuesto a una mujer con la intención de señalarla ante la sociedad como impura y por lo tanto despreciable. Hoy tomamos prestado el nombre para restaurar la dignidad de millones de mujeres de ayer y de hoy que sufren las consecuencias del terrible complejo de inferioridad que esconde la misoginia. Nuestra LSKR les señalará exigiéndoles la rectificación pública de su desatino.